¿Por qué exfoliar la piel es tan importante?
Nadie quiere tener la piel apagada, reseca y sin brillo. Por suerte, si estás pasando por un momento así, ¡hay soluciones que te van a servir!
Exfoliar la piel es una técnica sencilla que se remonta al antiguo Egipto. Desde entonces, sigue siendo la clave del éxito para un rostro saludable y bonito. Al eliminar las células muertas y sucias de la piel, emerge una nueva capa de piel radiante.
Existe una amplia variedad de productos para exfoliarse, de manera que es importante que tengas en cuenta cómo actúan sobre tu piel. Si notas que tienes el rostro un tanto áspero en los bordes, te interesará saber por qué exfoliar la piel es clave.
¿Qué es la exfoliación de la piel?
La epidermis, o la capa superficial de la piel, está compuesta por cinco subcapas. En la capa más profunda, nacen nuevas células de piel. Cuando maduran, estas células van ascendiendo hacia la capa superior. Luego tienden a caerse de manera natural, para permitir que surja nueva piel, más tersa y con una pigmentación homogénea.
Una piel sana expulsa la increíble cantidad de 30.000 a 40.000 células muertas por minuto. Pero, lo cierto es que este proceso tiende a ralentizarse por una serie de factores como la exposición al sol, las fluctuaciones hormonales y el envejecimiento. Al retrasarse este proceso, las células muertas comienzan a acumularse en la piel, haciendo que se vea áspera y sin brillo. Si permanecen demasiado tiempo, pueden taparte los poros: lo cual conlleva a un conjunto de problemas, como las manchas y las líneas de expresión.
Prueba la exfoliación, que retirará las células muertas para darle paso a una nueva piel. Además, ¡exfoliar la piel contribuye a que otros productos para el cuidado de la piel actúen de manera más efectiva!
Tipos de exfoliantes de la piel
Los productos exfoliantes suelen dividirse en dos grupos: físicos y químicos.
Exfoliantes físicos :
Los exfoliantes físicos eliminan manualmente la piel muerta de la piel, al aplicar componentes abrasivos sobre la superficie como el azúcar, las microperlas, el polvo de salvado de arroz o semillas de jojoba. El masajeo mejora la microcirculación y el drenaje linfático, de modo que el resultado es un cutis resplandeciente.
Si bien el tratamiento ofrece una dosis inmediata de gratificación, puede tener su parte negativa: si el producto exfoliante contiene partículas demasiado irregulares, y frotas vigorosamente al aplicarlo, el exfoliante físico puede dejarte la piel con micro roturas, en vez de dar lugar a un cutis resplandeciente.
Puedes evitar este tipo de problemas optando por productos con partículas suaves y redondeadas, y aplicándolo con delicadeza.
Exfoliantes químicos :
Los exfoliantes químicos, por otra parte, actúan rompiendo el “pegamento” intercelular que mantiene a las células muertas de la piel juntas. Al disolver estos enlaces, las células muertas se desprenden, permitiendo que la nueva piel llegue a la superficie.
Aunque pueda sonar intimidante, los exfoliantes químicos pueden ser particularmente suaves: están compuestos por bajas proporciones de ácidos y enzimas naturales, derivados de alimentos.
Prueba los exfoliantes que contienen alfa hidroxiácidos , como el ácido láctico (extraído de la leche agria), ácido glicólico (caña de azúcar) y ácido tartárico (uvas).
Las pieles oleosas o propensas a tener poros abiertos y manchas, reaccionan bien frente al ácido salicílico: un beta hidroxiácido soluble en aceite que puede penetrar los poros de la piel, incluso los que están obstruidos. Para un aumento de la renovación celular y el rejuvenecimiento, opta por la neoglucosamina. Se trata de un exfoliante químico que hidrata la piel a la vez que reduce la hiperpigmentación: un compuesto dos en uno.
Además, los exfoliantes químicos no requieren que los frotes al aplicarlos. Así que penetran en las capas más profundas de la piel y potencian la renovación celular sin necesidad de frotar la piel, lo cual es beneficioso para las pieles sensibles.
Conoce las zonas de tu rostro
¿Tienes una zona T grasa o poros abiertos? ¿Sueles tener granos crónicos en los alrededores de la nariz? Para las zonas conflictivas, es conveniente recurrir a productos exfoliantes más potentes. También puedes optar por dedicar más tiempo a exfoliar la piel de esas zonas.
Por otra parte, la zona de los ojos y labios tienen una piel extremadamente frágil. Es recomendable evitar exfoliar esa zona, a menos que utilices un producto específicamente pensado para esos tejidos delicados.
Cuidado con exfoliar la piel en exceso
Como en muchas cosas en la vida, la clave es la moderación. Después de todo, ¡la cantidad de células muertas para eliminar tiene un límite! Superar ese límite y exfoliar la piel en exceso puede perjudicar la barrera natural de tu piel, causar irritación, inflamación y daños. También puede hacer que tu piel sea más vulnerable al sol y a la pérdida de humedad.
Entonces, comienza poco a poco y luego incrementa progresivamente el ritmo de exfoliación, hasta hacerlo entre dos y tres veces por semana. Es crucial que observes cómo reacciona tu piel y actuar en función de ello. Finalmente, recuerda que una piel nueva y exfoliada es más frágil, de modo que necesita una adecuada protección solar e hidratación.